Depre...

Estoy triste. Estos días he andado con el ánimo muy fluctuante. Unos días puedo andar con la autoestima a todo lo que da, con ganas de brincar y besar y abrazar al que se me ponga enfrente; otros días con el ánimo, las ganas y la mirada por el suelo, con ganas de llorar quién sabe por qué(fuckin hormonas).

Y no es que me haya sucedido nada malo en sí, sino que ahora hago las cosas y me quedo insatisfecha, o no puedo empezarlas porque me siento insegura; porque miro a las demás personas hacer todo tan fácil, y a mí, por el contrario, se me dificulta más y más. Lo digo por el área en la que estudio, en la que necesitas una gran precisión y habilidad manual, en la que tus diagnósticos deben ser precisos y acertados, y en general dar una buena impresión de que estás haciendo bien tu trabajo y así quedar bien con el paciente. Por eso mismo, siento una gran presión, siento que todos están pendientes de lo que hago y están esperando a que falle(parezco un poco paranoica, lo sé, pero veces así me siento, tal vez ni siquiera me pelen).

Yo sé que puedo dar más de mí, pero hay algo que me detiene y no sé que es. Falta que algo me motive. Que me motive en serio. Para mí no basta decir: "Terminaré la carrera porque quiero servir a la comunidad y porque quiero ser la mejor especialista, y vivir una vida cómoda y blablabla". No. Ese es el propósito de todo el que se meta a estudiar cualquier cosa. Yo necesito una RAZÓN, la chispa que encienda la mecha(aunque suene cursi). Aún estoy buscando ese "algo" que me ayude a continuar...

Otra cosa por la que estoy triste. Me acabo de enterar de la muerte del comentarista de espectáculos Gerardo Alfaro. Tal vez algunos ni sepan quién es pero salía en el programa de chismes de la Oreja. La neta, yo ni miro ese programa ni ningún otro programa de chismes venenosos como ese. Pero sí sabía quién era. Murió de un derrame cerebral provocado por un cáncer que padecía hace tiempo. Y me dio awite porque estaba súper joven, y el cáncer se lo detectaron hace unos cuantos meses. A lo que yo me quedé pensando: "No somos nada, neta". Pensar que naces, aprendes a punta de trancazos lo que va siendo la vida, y cuando estás en la plenitud de la edad o de cualquier etapa de tu vida, !zaz! ...en dos segundos te mueres, así nomás. Y es cuando más te impacta y te conmueve la muerte de una persona. Recordé cuando un compañero que iba conmigo en la secundaria, iba a tirar party al puerto más cercano de aquí. Cuando iba a regresar a la ciudad, la persona que iba a manejando perdió el control y se volcaron. Mi compañero salió disparado por el parabrisas y desgraciadamente su cabeza chocó con una piedra que había por ahí. Duró una semana en coma, y cuando aparentemente empezaba a recuperarse, le dio un infarto y murió. Ni siquiera tuvo oportunidad de despertar y ver a su familia, saludarlos y decirles que los quería. Y lo más triste de todo, es que una semana antes del accidente, cumplió 18 años. La vida es una perra(¿o la muerte?¿la muerte es parte de la vida?). También una compañera de mi hermana murió cuando su jeep se volcó en la misma carretera en la que se volcó mi compañero. De los 4 tripulantes que viajaban en el carro, sólo ella no se salvó. Dejó sola a su hermana gemela. Y con un gran vacío a las personas que la querían. Y lo más desafortunado es que le faltaba un semestre para graduarse de la carrera.

Y estoy segura que ustedes, lectores amados, también han conocido de casos así. No cabe duda que la vida hay que vivirla al máximo, disfrutar cada momento de felicidad(que son muy rápidos y pocos), y aprender de los errores y de las malas experiencias para así de verdad voltear hacia atrás y decir: "Tsss, la he librado".

Espero que la persona que lea esto no se asuste y piense que soy bipolar, esquizofrénica o algún desorden psicológico jeje. Sólo son bajones de ánimo que me dan de repente. A veces me da por filosofar(según yo).Y que mejor que el blog para desahogarme un poquitín.